Peleándome por vos, contra mi mundo por vos...
28 de marzo de 2013
24 de marzo de 2013
18 de marzo de 2013
Su vanidad les llevó a enfrentarse a los dioses creyéndose semejantes a ellos. Zeus los castigó partiéndolos por la mitad con el rayo; y mandó a Hermes que a cada uno le atara la carne sobrante en torno al ombligo. Ya repuestos, los seres andaban tristes buscando siempre a su otra mitad, y si alguna vez llegaban a encontrarse con ella, se enlazaban con sus brazos hasta dejarse morir de inanición.
Zeus, compadecido por la estirpe humana, ordenó a Hermes que les girase la cara hacia el mismo lado donde tenían el sexo: de este modo, cada vez que uno de estos seres encontrara a su otra mitad, de esa unión pudiera obtener placer y si además se trataba de un ser andrógino pudieran tener descendencia.
Desde entonces los seres humanos nos vemos condenados a buscar entre nuestros semejantes a nuestra media naranja con la que unirnos en abrazos que nos hagan más "completos". Sin embargo, Zeus amenazó con cortarnos de nuevo en dos mitades -para que, así, caminemos dando saltos sobre una sola pierna-, en caso de que la raza humana no aprenda a respetar sus propios límites y a superar su peligrosa arrogancia.
-Quittzia-
16 de marzo de 2013
15 de marzo de 2013
11 de marzo de 2013
-Cuando la luna haya desaparecido del firmamento y el sol tenga al mediodía un color rojo cereza oscuro, y los mares se hayan helado, cuando haga ya mucho tiempo que las ciudades hayan muerto y se hayan convertido en polvo, todavía sobre un fragmento de liquen que crezca en las rocas desnudas próximas a las nieves eternas de Panamá, se hallará un diminuto insecto moviendo las antenas en la débil luz del gastado sol, un melancólico animáculo que representará el único resto de vida en la Tierra...
W. H. Holland.
W. H. Holland.
-Quittzia-
10 de marzo de 2013
Bueno, no soy de publicar sobre mi en el blog, pero quiero hacerlo, necesito hacerlo. Hace un tiempo, mi vida estaba "RARA" por así decirlo, sentía que no le importaba a nadie ni siquiera a esa persona que "supuestamente" me amaba, esa persona que decía dar su vida por mi, esa persona que, con una simple mirada me hacía sentir en el espacio, suena exagerado, lo sé, pero era así. El simple hecho de verlo me producía una sensación tan rara, pero tan linda al mismo tiempo, algo que nunca había sentido por nadie. Bueno, el tema es que ni siquiera a él le importaba.
Estuve muy mal por este chico, un tiempo, hasta que me dí cuenta que, todo termina, absolutamente todo. Como bien dice la canción: "Todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina"
Estuve bastante tiempo mal por él, nunca había estado así, me sentía tan aislada de todo, nadie me comprendía. Hasta que una día me di cuenta que una persona no puede ser feliz toda su vida, pero puede intentarlo. Así que me propuse intentar ser feliz, por más de que las cosas no salgan bien, siempre con una sonrisa en la cara.
Mi vida había cambiado drásticamente, era inmensamente feliz y aprovechaba cada momento al máximo, salía con mis amigos, disfrutaba con mi familia y lo mas importante, era YO MISMA. Cierto día, cuando la felicidad abundaba en mi vida, apareció EL, ese chico por el que había estado tan mal. Me pidió disculpas por lo que me había hecho, y prometió hacerme feliz, sin importar que pase. En ese instante, quise decirle que lo amaba y que también quería hacerlo feliz, pero algo dentro mío me lo impidió. Acepté sus disculpas, pero no su propuesta de hacerme feliz. Comprendí que mi felicidad estaba en mis manos, y no iba a dejarla en las suyas.
Estuve muy mal por este chico, un tiempo, hasta que me dí cuenta que, todo termina, absolutamente todo. Como bien dice la canción: "Todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina"
Estuve bastante tiempo mal por él, nunca había estado así, me sentía tan aislada de todo, nadie me comprendía. Hasta que una día me di cuenta que una persona no puede ser feliz toda su vida, pero puede intentarlo. Así que me propuse intentar ser feliz, por más de que las cosas no salgan bien, siempre con una sonrisa en la cara.
Mi vida había cambiado drásticamente, era inmensamente feliz y aprovechaba cada momento al máximo, salía con mis amigos, disfrutaba con mi familia y lo mas importante, era YO MISMA. Cierto día, cuando la felicidad abundaba en mi vida, apareció EL, ese chico por el que había estado tan mal. Me pidió disculpas por lo que me había hecho, y prometió hacerme feliz, sin importar que pase. En ese instante, quise decirle que lo amaba y que también quería hacerlo feliz, pero algo dentro mío me lo impidió. Acepté sus disculpas, pero no su propuesta de hacerme feliz. Comprendí que mi felicidad estaba en mis manos, y no iba a dejarla en las suyas.
YO ERA MI FELICIDAD, DE MI DEPENDÍA SER FELIZ.
-Quittzia-
6 de marzo de 2013
No hagas de tu vida un borrador, tal vez no tengas tiempo de pasarlo en limpio~
-Quittzia-
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