15 de junio de 2013

Hoy es uno de esos días en los que tengo ganas de matar a absolutamente todas las personas de este mundo, o simplemente desaparecer, dejar de existir, dormir y no despertar nunca, o algo así.  Es un día en el que no me importa lo que pase, lo que digan o lo que hagan, no me importa nada.
Llegue a un punto en mi vida en el que decidí ignorar las cosas o personas que me hacen mal, pero, por mas de que quiera ignorar ciertas cosas, no puedo. Es como si necesitara de ellas. Y es cierto, es así  las necesito. Creo que todos necesitamos cosas malas para valorar las buenas, de la soledad para valorar la compañía  etc. Pero, ¿hasta que punto esto es bueno? yo creo que por más de que estas cosas malas nos ayuden a valorar las buenas, nos lastiman mucho, mientras duran. Mientras duran, nos dan ganas de (como ya dije) desaparecer, dejando nuestra vida en manos de otra persona que quizás la sepa llevar mejor que nosotros.
Pero esto no es tan fácil como nosotros creemos, no podemos desaparecer o dormir para siempre, tenemos que afrontar nuestros problemas, por más de que no queramos, o de que no podamos. Afrontar los problemas para que, de una vez por todas, dejemos de sufrir. Para que dejemos de llorar encerrados en una oscura habitación  en silencio, secando nuestras lagrimas con un papel, que se destruye a cada gota, con un papel que esta tal como nosotros: destruido. Cada una de nuestras lagrimas simboliza un cuchillo atravesando nuestro corazón  cada lagrima compuesta por millones de sentimientos, que salen desde el fondo de nuestra alma, para caer sobre el suelo y morir, morir tan triste y rápidamente como nació. Nació al ver que aquellas personas que amábamos nos olvidaron, al ver que nuestras sonrisas quedaron sepultadas en algún pasado muy lejano, y que probablemente, nunca van a volver. Nacer y morir, en cuestión de segundos.
Pero, aún así, cuando estamos muriendo por dentro, debemos sonreír y ser fuertes. Olvidar todos nuestros problemas, aunque sea por segundos y ser feliz. La felicidad es lo único que importa,
sonreír a pesar de todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario