3 de octubre de 2013



¿Porque diré que me escondo, si nadie me quiere ver?
¿Será que no me preciso y de paso me aviso, para ya no correr?
Me fui pateando las piedras, con ganas de molestar.
Y no encontré ni un segundo, para explicarle al mundo
que lo quiero matar.
Y mi cabeza se me enfrenta en una noche de solo pensar,
y la alegría se me escapa y la agonía vuelve a dominar.
El corazón de algún sufrido me acompaña hasta la terminal
y me iré, para no verme más.
Estoy buscando refugio, en manos de una pared
que ni siquiera me escucha y yo, fingiendo mi lucha
engañándome otra vez.
Ya nada aquí me divierte, como solía ocurrir,
voy persiguiendo mi risa, ella se fuga deprisa
burlándose de mi.


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